Stonehenge, un lugar único

En una llanura cerca de Amesbury, al sur de Inglaterra, en el condado de Wiltshire, se levantan ochenta y cinco grandes piedras, algunas de más de cuarenta toneladas, que han fascinado a todos los que las han visitado a lo largo de los tiempos. Un lugar mágico lleno de leyendas. Rocas que fueron levantadas hace más de 4000 años.






Un antiguo templo alineado con los movimientos del sol, una construcción misteriosa que a día de hoy sigue siendo un lugar único en la faz de la tierra. Quien lo construyo? Para qué? De dónde predecían todas esas piedras?




En Stonehenge hay dos tipos de roca, las pequeñas, llamadas piedras azules, colocadas en circulo y recolocadas posteriormente y las grandes, que se cree fueron llevadas desde de un lugar a unos 30 kilómetros de Stonehenge en el que hay unas piedras similares. Pero, las azules, no podrecen de la región y se cree fueron trasladadas más de 300 kilómetros, desde una región al suroeste de Gales. Como las trasladaron? Son piedras que pesan toneladas, con qué medios contaban?





No pretendemos dar la solución a estos enigmas, simplemente daros una idea de los misterios que encierra este círculo de piedras, que según dicen está alineado con los movimientos del sol. En ocasiones especiales, como el Solsticio de Verano, el monumento cuenta con un horario de acceso distinto al habitual.






La visita comienza en el Centro de Visitantes, con amplio aparcamiento gratuito, un edificio moderno que cuenta con museo, exposiciones, cafetería, wifi, tienda, servicios, la reproducción de casas neolíticas y de una de las piedras grandes. Después de comprar la entrada (tarifa normal 16.50 £), con audioguía o sin ella, nos trasladan al monumento en transfer. Autobuses que parten en ambos sentidos cada 5 minutos estén o no llenos. Un trayecto de unos 10 minutos que nos aproxima al gran círculo de piedras de Stonehenge.




En la llanura cubierta de verdes praderas destaca, e impresiona, ver esas monumentales rocas erguidas, alineadas y sobreviviendo al paso de los años.

Una pasarela de madera facilita el acceso a personas en silla de ruedas hasta cierto punto, camino que continua sobre la hierba, segada por el trasiego, por un trayecto que circunda el monumento. La visita se puede alargar tanto como se desee, siempre dentro del horario establecido claro está, y se puede ampliar visitando otros restos que hay repartidos en los alrededores, y volver andando, o con el autobús, al centro de visitantes, en el que es interesante ver los restos arqueológicos encontrados en las excavaciones, entre los que se encuentran restos humanos.





STONEHENGE está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.




Gracias por tu visita ¡¡Hasta pronto!!
                                             
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