Siempre Viajar

El hierro, uno de los minerales más abundantes en la corteza terrestre, está presente en los valles de Andorra. Es el metal más utilizado desde antiguo y normalmente se encuentra en la naturaleza junto a otros minerales, por lo que para separarlo es necesario el ingenio humano. La vida de los andorranos ha estado siempre ligada a la agricultura y la ganadería, pero en las parroquias de Ordino y La Massana, además, contaban con una de las industrias más importantes de estos valles, la Siderurgia. En el valle de Ordino, en la Mina de hierro de Llorts, el mineral era extraído, y trasportado hasta la Farga Rossell por el camino real, donde se transformaban en lingotes de hierro. Esta actividad se llevó a cabo en el valle durante casi dos siglos. En la actualidad; la mina, el camino y la fragua, se han recuperado como atractivo turístico cultural, con el denominador común del hierro, dando lugar a la llamada Ruta del Ferro. Nos desplazamos hasta la bonit

El Románico, un estilo caracterizado por la solidez de sus construcciones; atractivo por su sencillez, equilibrio, elegancia y sentido de la simetría. Considerado el primer arte europeo cristiano, surgió en Europa durante los siglos XI, XII y parte del XIII, destaca por su arquitectura y supeditada a ella, escultura y pintura. Estilo presente en todo el Pirineo y también, cómo no, en el Principado de Andorra. Sant Romàn de les Bons ↑ Comenzamos nuestra ruta al poco de cruzar la frontera, en Sant Julià del Lòira, con la iglesia de Sant Serni de Nagol, situada unos metros antes del km. 3 de la CS-120, carretera de Nagol. En una curva cerrada, a más de 1.125m. de altitud, con una pequeña zona de aparcamiento y con unas vistas fantásticas sobre Sant Julià del Lòira y su valle.  Sant Serni de Nagol esta datada en el año 1.055, de una sola nave rectangular, rematada con ábside semicircular, de pequeñas dimensiones; con campanario de espadaña con doble apertura, con porc

No se nos hubiera ocurrido nunca que, Andorra la Vella, capital del Principado de Andorra, una ciudad enclavada en el Valle del Valira, en plenos Pirineos y rodeada de vegetación por todos lados, tuviera un anillo verde como tal, un lugar de esparcimiento para oriundos y foráneos desde el cual poder apreciar unas vistas inmejorables sobre la ciudad. Como cualquier gran urbe Andorra la Vella dispone de su anillo verde, el Rec de Solà y el de l´Obad, dos acequias de riego de la capital que han sido recuperadas como itinerarios recreativos de alto valor ecológico, paisajístico, cultural e histórico, convirtiéndose en caminos de paseo de fácil acceso desde el centro de la ciudad, desde donde contemplar la urbe desde otra perspectiva, con hermosas panorámicas de Andorra la Vella.  Comenzamos el paseo siguiendo las señalizaciones en el Carrer del Currubell,  cerca del hotel Andorra Centre, que nos dirigen hacia uno de los accesos del Rec de Solà por el Camí de Currubell, de